Lecciones de Buenos Aires, Irak y la RD del Congo en 2023
Durante el año 2023 hemos sido testigos de significativos desafíos en la implementación de la tecnología electoral en distintas partes del mundo, que nos han dejado valiosas lecciones. Los casos de la República Democrática del Congo e Irak a cargo de la coreana Miru, y el de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) a cargo de la argentina MSA resaltan los riesgos de no elegir adecuadamente un proveedor de tecnología confiable y con la experiencia adecuada.
El caso de Buenos Aires
En Buenos Aires, durante las elecciones primarias (PASO), aproximadamente el 30 % de las máquinas de votación electrónica experimentaron fallas, afectando a cerca de 60.000 ciudadanos. Este incidente llevó a la decisión de descartar el sistema de MSA para las elecciones de octubre. Esta situación resalta la «paradoja tecnológica»: un sistema diseñado para facilitar la votación se convirtió en su principal obstáculo. De este caso hablamos el pasado mes de agosto.
La (mala) experiencia en Irak con Miru
En Irak, durante las elecciones del Consejo Provincial, el sistema electrónico de Miru Systems sufrió fallos generalizados. El 70 % de las mesas de votación experimentaron problemas técnicos con sus dispositivos de conteo electrónico el primer día de votación (16 de diciembre). Esta situación fue particularmente grave en la región de Kurdistán y obligó a un conteo manual de votos, lo que resalta la importancia de contar con dispositivos confiables y un protocolo efectivo para corregir fallos.
De hecho, la propia empresa admitió, en un correo enviado a la alta comisión electoral independiente (IHEC), que existía un defecto técnico en el sistema de transmisión de datos. En dicho correo indicaban también, que la falla había afectado la elección especial del 16 de diciembre, pero que no esperaban que afectara la elección general del día 18.
De nuevo Miru: República Democrática del Congo
En la República Democrática del Congo, las elecciones presidenciales del 20 de diciembre enfrentaron graves dificultades: un 31 % de los colegios electorales no pudieron abrir y un 45.1 % de los colegios que sí abrieron experimentaron problemas con las máquinas de votación.
La introducción de tecnología no logró evitar que se produjeran retrasos significativos en la publicación de los resultados preliminares y oficiales: Los resultados preliminares se esperan apenas para el 31 de diciembre y los resultados oficiales no antes del 10 de enero. Esto representa un retraso de 11 días tan sólo para resultados preliminares.
Además de la transmisión de los resultados, Miru Systems estaba también a cargo del registro de electores. Diversos organismos de observación, tanto nacionales como internacionales, levantaron alertas acerca de la calidad y transparencia del proceso de registro electoral, y de la mala calidad de las tarjetas de votantes. De acuerdo con un reporte del Centro Carter del 5 de diciembre, defectos en el sistema de impresión de estas tarjetas provocaron que se produjera un número indeterminado de tarjetas de electores con defectos que las hacen ilegibles.
Alerta: Filipinas 2025
A la luz estos problemas recientes, la ONG Democracy Watch en Filipinas ha expresado preocupaciones sobre la posibilidad de que Miru Systems, se convierta en el principal proveedor de tecnología electoral en Filipinas para 2025. La organización menciona los recientes casos de Irak y el Congo como motivos de preocupación.
Otras organizaciones han expresado también reservas acerca de vulnerabilidades de sus sistemas ante ataques de hackers. así como amenazas al secreto del voto.
La consideración de Miru como único postor para el contrato electoral de 2025 en Filipinas ha suscitado debate, especialmente dada la trayectoria exitosa del país por más de una década con el proveedor actual y los recientes desafíos de Miru al no cumplir con ciertos requisitos en el propio proceso de licitación.
Lecciones a aprender
Estos casos demuestran que los contratiempos tecnológicos en las elecciones suelen ser el resultado de, entre otras cosas, una selección apresurada y poco rigurosa de proveedores de tecnología electoral. Es crucial que los procesos de modernización no comprometan la evaluación y selección de sistemas y empresas responsables, con trayectoria comprobada garantizando la integridad, eficiencia y transparencia en las elecciones.
La era digital demanda una atención escrupulosa en la selección de proveedores y tecnologías para procesos críticos como las elecciones. Este mismo año tuvimos la oportunidad de participar en un webinar organizado por Transparencia Electoral, donde hablamos justamente de las claves para seleccionar adecuadamente y con los criterios correctos a los proveedores de tecnologías a ser usadas en nuestros procesos electorales.
Es primordial ser meticulosos, informarnos ampliamente, y optar por soluciones que aseguren la seguridad, confiabilidad y transparencia de nuestras elecciones.