Elecciones en Guatemala 2023: Un reflejo de desilusión y errores técnicos

El 25 de junio de 2023, se llevaron a cabo Elecciones en Guatemala en medio de un clima tenso y desilusionado. Los ciudadanos acudieron a las urnas no sólo para elegir a su próximo presidente, sino también para votar por los 160 diputados, 340 alcaldes y 20 representantes al Parlamento Centroamericano. Aunque la democracia parece estar en acción, el proceso electoral estuvo plagado de una serie de fallos y deficiencias que plantean preguntas sobre la integridad del sistema electoral del país.

Elecciones en Guatemala: Críticas y acusaciones

Desde el principio, la campaña electoral estuvo marcada por la exclusión de varios candidatos, incluyendo al favorito inicial, el empresario Carlos Pineda Sosa. Pineda, un novato político y emergente hombre de negocios, había ganado popularidad con su retórica anti-establishment y una considerable presencia en redes sociales. Sin embargo, fue descalificado de las elecciones semanas después de liderar las encuestas, lo que generó inquietud entre los bloques políticos que temían que su elección pudiera interrumpir la sincronización del poder entre las principales ramas del estado.

Esta decisión, que fue duramente criticada tanto por los Estados Unidos como por la Unión Europea, fue calificada como un «fraude electoral» por Pineda, generando una ola de descontento entre los ciudadanos y sembrando dudas sobre la imparcialidad del proceso electoral.

Además de Pineda, tampoco pudieron participar en las elecciones, la candidata Thelma Cabrera y el candidato Roberto Arzú García-Granados. Esta situación llevó a muchos guatemaltecos a expresar su insatisfacción con las opciones disponibles para la presidencia. Como resultado, se esperaba un gran número de boletas nulas, y los expertos predijeron una disminución de la participación.

Esta predicción se cumplió, ya que la participación electoral apenas alcanzó el 57 %, y se registraron un alarmante 17.33 % de votos nulos y más de un 6 % de votos en blanco, reflejando una falta de interés, credibilidad y confianza en el proceso electoral.

Pero los problemas no terminaron con el cierre de las urnas. El conteo de votos avanzó muy lentamente debido a problemas en el procesamiento de las actas. El Tribunal Supremo Electoral de Guatemala fue objeto de críticas por su manejo del conteo, siendo descrito como improvisado y lleno de errores. Esta situación no sólo prolongó la incertidumbre sobre los resultados, sino que también añadió otra capa de desconfianza al ya problemático proceso electoral.

La tecnología tiene el potencial de hacer que las elecciones en Guatemala sean más eficientes y transparentes, pero el uso insuficiente y la mala implementación de la tecnología durante estas elecciones sólo contribuyeron a los problemas y la acumulación de errores técnicos. El TSE intentó introducir un sistema de conteo rápido de votos, pero los errores técnicos y las preocupaciones sobre la seguridad del sistema llevaron a una desconfianza generalizada. Las fallas técnicas en la transmisión de resultados y la falta de una auditoría adecuada de los sistemas de votación electrónica también generaron preocupación.

La falta de fe en el proceso electoral y la desilusión generalizada con la política guatemalteca han generado un clima de inseguridad e incertidumbre que amenaza la estabilidad del país. La comunidad internacional ha pedido una revisión exhaustiva del proceso y medidas para garantizar la integridad de las elecciones futuras. 

La situación sigue siendo volátil, y el impacto a largo plazo de estas elecciones en el ya frágil estado de la democracia en Guatemala está por verse.

La segunda vuelta de la elección presidencial se llevará a cabo el próximo 20 de agosto.

Actualización al 05/07/2023:

• Los resultados presentados son parciales y sólo muestran a los 4 primeros candidatos. Una lista más exhaustiva puede verse en la web oficial del TSE o en Wikipedia.
• Los porcentajes calculados en el artículo van sobre el total de votos emitidos. La página oficial del TSE muestra los porcentajes de candidatos calculados sobre el total de votos válidos.

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