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Elecciones en Tiempos de COVID-19

En Latinoamérica, en un escenario como el de la actual pandemia, los métodos de votación usados en elecciones a los que estamos acostumbrados representan, por su propia naturaleza, altas concentraciones de personas -con los riesgos que esto conlleva-. En países donde el voto es obligatorio y el no ejercerlo acarrea multas y otras penalidades, ésto es particularmente delicado. Se pone al votante en la difícil posición de escoger entre cumplir con la ley o poner en riesgo su salud o la de su familia.

Filas de gente para votar

La actual situación ha llevado a más de 56 países a tomar la difícil decisión de postergar sus procesos democráticos por razones de fuerza mayor, y los que no lo han hecho, aún no tienen claro cómo realizar elecciones tras la situación derivada por COVID-19.

Entonces, ¿Qué alternativas tenemos? ¿Qué podemos hacer ante la disyuntiva entre escoger/renovar autoridades o exponernos a un claro riesgo de salud? Una opción que algunas autoridades están manejando es segmentar el proceso de votación en varias jornadas. Se divide la jornada electoral en varios días, y se segmentan a los votantes por día.

Ésto tiene la ventaja de disminuir un poco la cantidad de personas que permanecen de manera simultánea en un centro de votación, pero aumenta la exposición de miembros de mesa y otros funcionarios electorales, y multiplica los costos de manera significativa. Un incremento sustancial de costos en un momento de profunda recesión, que además no garantiza una disminución significativa de la exposición de personas al virus, no parece ser la opción más atractiva en este momento.

Una segunda opción es implementar sistemas de voto remoto, o no-presencial. Estos son sistemas que muchos países ya han aplicado, tanto para votación temprana como para residentes en el exterior. 

Conteo manual de boletas de papel

El sistema de votación remota más primitivo es el voto postal, donde el elector envía su boleta de papel por correo. Este sistema se usa en varios estados dentro de los Estados Unidos, y algunos de ellos plantean incluso ampliar el alcance de este canal en las próximas elecciones de noviembre. Esta modalidad, a pesar de parecer sencilla, involucra procesos logísticos relativamente complejos, que además requieren de mayor interacción entre personas y materiales.

Otra opción para voto remoto es hacerlo en línea, a través de Internet, mediante una aplicación web o móvil. Aunque pueda parecer contraintuitivo al principio, el voto a través de Internet elimina ciertas vulnerabilidades del voto postal.

El caso más emblemático de voto por Internet en el mundo es Estonia, que también es el país más informatizado de su región, y que ha sido pionero en el desarrollo de tecnología (y con gran énfasis en sistemas criptográficos). Otros países han dado el paso (o están en proceso de hacerlo), entre ellos están: Suiza, Australia, Francia o Noruega. En la región, México lo está implementando para votantes en el extranjero, en Perú y Ecuador se está discutiendo, y en El Salvador el presidente ha solicitado al TSE su uso para votantes en el exterior.

En la contingencia actual, posiblemente la mejor solución va a ser una combinación de los mecanismos descritos arriba, que maximicen el acceso al voto, minimicen los riesgos de contagio, y garanticen la seguridad de todo el proceso.

Entendiendo el impacto de COVID-19 en los procesos de votación

En Smartmatic, hemos desarrollado una metodología para garantizar la continuidad electoral de manera segura. Por una parte, hemos identificado todos los procesos involucrados en una elección que representan puntos de contacto vulnerables entre ciudadanos, o entre ellos y los diversos equipos, materiales o superficies.

Para ello no sólo tomamos en cuenta lo que ocurre en los centros de votación, sino también en todos los procesos logísticos previos y posteriores al acto electoral.

Impacto de COVID-19 en elecciones
Ejemplo de mapa de procesos electorales con puntos vulnerables a infección. Cortesía de Smartmatic

Hemos combinado nuestra experiencia en procesos electorales, con la de expertos en procesos epidemiológicos para entender la mejor manera de evitar los riesgos en los puntos vulnerables que identificamos, y aplicar las mejores prácticas de higienización.

Elecciones con un sistema de votación multicanal

Esto aplica tanto en procesos de elección manual, donde hay manipulación de papel, laptops, instrumentos de escritura, o cajas de cartón, como en procesos automatizados donde se usan máquinas para votar o para escanear las boletas.

Además, hemos trabajado en soluciones multicanal, donde es posible combinar distintos mecanismos de votación en la misma elección. De este modo se puede segmentar una elección en diferentes medios, consolidando los resultados de manera centralizada.

Un ejemplo de un escenario multicanal es utilizar voto presencial (manual o automatizado) en regiones de baja densidad de población y/o poco acceso a internet, y voto remoto (postal o electrónico) para el resto de la población.

Organizaciones internacionales como el IFES, IDEA Internacional, Transparencia Electoral, y la OEA, están también trabajando arduamente en la preparación de recursos, y presentación de foros que les permitan a las autoridades analizar las mejores alternativas con base en  conocimiento científico, y los aportes de distintos expertos en elecciones, para que los países puedan salir adelante con esta crisis sin poner la democracia en cuarentena. 

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Un comentario

  1. Un ejemplo de un escenario multicanal es utilizar voto presencial (manual o automatizado) en regiones de baja densidad de población y/o poco acceso a internet, y voto remoto (postal o electrónico) para el resto de la población

    Me parece excelente y bien claro el análisis.
    Parece obvio pero a veces las obviedades por no ser mencionadas pasan a ser improvisaciones

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