Acerca de los Quick Counts
Una de las falsas ideas más arraigadas -y difundidas- entre los que se oponen a las elecciones automatizadas es aquel que dice «los países con elecciones manuales dan resultados más rápidos». Nada más lejos de la realidad.
Este tipo de comentarios surge cada cierto tiempo, cuando hay elecciones en Colombia, Chile o México (por sólo citar algunos ejemplos de Latinoamérica). Y por haberse producido el pasado fin de semana las elecciones federales en México, viene al caso acerca de la técnica de Quick Counts o Conteos Rápidos, usada para dar resultados preliminares en dicho país el día de la elección.
La técnica de conteo rápido consiste en tomar muestras de actas de resultados con determinadas distribuciones geográficas, de modo que dichas muestras puedan ser representativas del resultado general. Los resultados obtenidos de este modo (que en principio no son completos) permiten hacer proyecciones estadísticas que lleven a predecir el comportamiento de los resultados reales. El resultado obtenido es un rango numérico porcentual para cada candidato u opción, que indica qué porcentaje de votos se espera que obtenga ese candidato/opción.
Esta técnica es ampliamente usada en diversos países para hacer verificaciones rápidas de los resultados oficiales o para analizar una tendencia electoral. Los comandos de campaña de los partidos políticos o los organismos de observación electoral usan los conteos rápidos para, por ejemplo, avalar el resultado oficial emitido por un ente electoral, dado que probabilísticamente permiten establecer que los resultados publicados de manera oficial tienen coherencia.
El método de conteos rápidos tiene la ventaja de ser más exacto que el de las encuestas a boca de urna (exit polls) dado que se basa en resultados de conteo luego del cierre y no en la declaración de votantes al salir, los cuales por diversas razones podrían mentir en su declaración al encuestador. Por otra parte, tienen la aparente desventaja de que se requiere esperar a que un centro de votación cierre para que los votos sean contados y se obtenga el acta con los resultados, mientras que un exit poll puede comenzar a arrojar resultados antes de la hora de cierre. Esto es, claro está, un arma de doble filo: mientras más lejos del cierre se generen los cálculos, menos exactos serán los resultados.
¿Para qué se usan los “Quick Counts” en México?
En México el Instituto Federal Electoral (IFE) usa un método llamado Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) que, basándose en la técnica de los Quick Counts, permite prever con cierto grado de precisión los resultados el mismo día de la elección. De nuevo, estos resultados serán más o menos confiables en función de la representatividad estadística de las actas computadas, y de lo cerrado de los resultados, y tenderán a ser más precisos mientras mayor cantidad de actas se cuenten. Estos resultados, además, carecen de validez oficial, pero se usan como mecanismo de divulgación de tendencias preliminares. Son de hecho, difundidos por diversos medios de comunicación (incluso Google México presentó una excelente aplicación para los resultados de la elección), pero no por el IFE en el día de la elección.
El conteo distrital oficial de resultados en México se inicia el día miércoles posterior al domingo de la elección y sólo después de este conteo pueden darse resultados finales. Casos similares ocurren en países como Colombia, donde el conteo ocurre el martes posterior a la elección, o como vimos recientemente en Egipto, donde los resultados finales y oficiales se conocieron una semana después de la elección.
¿Son reversibles los resultados del Quick Count?
Aunque se aplican métodos estadísticos avanzados para el cálculo de conteos rápidos, éstos no son matemáticamente precisos, por lo que sí existe la posibilidad, en elecciones con resultados muy cerrados, que el resultado oficial difiera. Es por ello que los resultados obtenidos con conteos rápidos no son considerados oficiales ni finales por las autoridades electorales y deben esperarse hasta después de la publicación de estos últimos para la proclamación oficial de ganadores.
Al momento de escribir este artículo, por ejemplo, el candidato presidencial mexicano Andrés Manuel López Obrador ha decidido exigir el recuento de todos los votos de los 300 distritos electorales de México, alegando inconsistencias en más de 113 casillas de votación en los resultados de los conteos rápidos.
¿Qué ocurre en el caso automatizado?
Contrariamente a lo que ocurre en los sistemas manuales, en el caso automatizado es posible mejorar los tiempos y la precisión de los procesos de conteo de votos y agilizar los procesos de recolección de resultados -usando mecanismos seguros de transmisión-, por lo cual no se requiere hacer conteos rápidos, sino que es posible dar resultados oficiales y finales el mismo día de la elección, independientemente de la complejidad de la misma o de lo cerrado de los resultados.
Por citar ejemplos en Latinoamérica, tanto Brasil como Venezuela, únicos países en implementar voto electrónico a nivel nacional, se dan resultados oficiales el mismo día de la elección y es posible proclamar ganadores incluso 48 horas después de la elección, cuando para este momento, los países con voto manual, no han ni empezado su proceso de conteo oficial.
En el otro lado del mundo, Filipinas emitió resultados en tiempo real apenas se cerró la elección, disponibles para los medios de comunicación y el público en general. Los filipinos pudieron conocer quien era su nuevo presidente (además de congresistas, gobernadores, alcaldes y otras autoridades) el mismo día de la elección, contrastando con los 40 días que debieron esperar para conocer resultados oficiales en su última elección manual.
Entonces, ¿con las elecciones automatizadas ya no necesitamos quick counts?
Efectivamente en una elección automatizada usando un sistema que garantice auditabilidad, transparencia y rapidez en el conteo y transmisión de resultados, no son necesarios los quick counts para dar resultados preliminares. De hecho, no son necesarios los resultados preliminares, puesto que en el mismo tiempo (o menos) se tienen resultados oficiales.
Partiendo de la idea de que los quick counts son una herramienta para determinar tendencias y verificar la consistencia de resultados, pués sí pueden seguirse usando para esto, por parte de partidos políticos o de organizaciones independientes. Cualquier mecanismo que aumente la transparencia y la verificabilidad de un sistema electoral debe ser bienvenido.